miércoles, 17 de agosto de 2011

Paso uno, quedan 37

La expectativa en Argentina por el debut de River Plate en la B Nacional seguro que resultaba mayor que para muchos otros partidos del Apertura. Normal ese trato preferencial para un club enorme en una vicisitud singularísima. Finalmente en El Monumental, ante Chacarita, arrancó la nueva etapa llevada por Almeyda desde el banquillo.

Con mucho interés me preparé para el partido, para estar presente en el inicio de esa travesía. Anotados los dos onces, me puse a buscar la retransmisión online. Y con éxito al primer intento. Todavía con varios minutos para comezar, la TV Pública argentina ofrecía el final del Lanús-Independiente. Llegué en el momento preciso para ver, en el tiempo añadido, cómo Pavone marcaba el único tanto del partido para Lanús. Gol y victoria. Justo a la espera del arranque de River en Segunda asomaba como protagonista uno de los miembros del descenso millonario.

Así llegó al fin el inicio del partido, con un cielo lluvioso y un césped caprichoso con los jugadores, mojado hasta el resbalón. Se presentaba River con los regresos de Domínguez y Cavenaghi, más el estreno de los jóvenes Ocampos y Abecasis. Y no tardó el equipo en encontrar ese rasgo común para esta temporada. La pugna. Equipos rivales que aprietan en el medio y atascan tus intenciones. Ante un Chacarita más pausado con la pelota, dándole paseos sobre el campo, River anteponía un ejercicio más vertical con transiciones rápidas. Ahí aparecía Carlos Sánchez, buscando caminos interiores o quedándose en la derecha, con un pie derecho funcionando como un surtidor abierto de centros. Y en uno de ellos, fenomenalmente curvado, Díaz se elevó bien para cabecear mejor. Anotaba River a los seis minutos de su estrenada historia en B Nacional.

De la pelea constante se destacó un inagotable Aguirre. Siempre dispuesto a presionar, a robar, a sumar metros y metros sin preguntar mientras una pelota no sea de su propiedad. Jugar es otra faceta, que en su caso no practica con tanto valor. No importa cuando dispones del Chori Domínguez. Clarividente, atinado y hábil, se bautizó en su regreso con participación y desequilibrio. Rozó el gol y dio asociación a su equipo. Gol es palabra de Cavenaghi, de discreto debut. Otro día irá mejor. Es entonces cuando ya se puede definir una posible estructura de funcionamiento en el equipo. Cuatro nombres para tareas distintas y complementarias. Robo y presión, desborde y atrevimiento, asociación y sutilidad y contundencia y gol. Recuperación, juego, pase y definición.

Buscó respuesta Chacarita, con minutos en el segundo tiempo de mando, pero la presión generalizada sobre el rival llevó a la imprecisión final. River ganó por la mínima, el primer paso de un camino que aún requiere otros treinta y siete. Parecen muchos, y la impaciencia por dejarlos atrás no debe llevar a querer llegar a la meta sin antes atravesar el recorrido.

sábado, 13 de agosto de 2011

Jardim, técnico en ascensión

En este fin de semana da comienzo la Liga Sagres portuguesa, tras el anticipo de la Supertaça. De hecho, el balón ya rodó ayer con el empate a dos en el inaugural Gil Vicente-Benfica. Se trata de un campeonato que presenta el inicio de una nueva etapa entre los cuatro clubes más potentes, Oporto, Benfica, Sporting de Portugal y Sporting de Braga. Todos ellos, menos el Benfica, con cambio de entrenador. Y quiero detenerme en Braga, ante la figura de su técnico Leonardo Jardim que presenta una carrera aún breve en el tiempo pero rica en logros y experiencias que merecen ser expuestas.

El técnico, actualmente de sólo 37 años, inició su camino triunfal en 2008 cuando se hizo cargo del GD Chaves, previa experiencia en el AD Camacha, en el último tramo de la temporada 2007-08 en Tercera División. Entonces el equipo quedó en cuarto lugar, rozando el ascenso. Jardim continuó, y con la opción ya de planificar y sin la urgencia anterior, el Chaves firmó una temporada de brillo en la 2008-09. El Chaves logró el ascenso, objetivo primordial, pero además soñó en la Copa rompiendo pronósticos. Alcanzó la final, perdida ante el Oporto, pero el mero hecho de llegar a esa fase fue por sí mismo un acontecimiento extraordinario.

Tras la hazaña, sus pasos le llevaron a otro proyecto, el del Beira-Mar 2009-10. El de Madeira reafirmó sus éxitos y en su primera temporada llevó al equipo hasta la máxima categoría nacional. Segundo ascenso consecutivo con dos equipos distintos. Y mientras no se debe olvidar su juventud. Debutante en Primera, la temporada pasada llevó a una cómoda permanencia al equipo. Después de no cerrarse su renovación con el club, Jardim tomó una decisión muy personal y atípica. A falta de dos meses para el final de temporada, sin la renovación producida y con el equipo cómodamente instalado en mitad de tabla, decidió dar por concluida su etapa en el Beira-Mar con efecto inmediato. "Me marcho para que tanto el club como yo podamos planificar nuestros futuros". Fue una salida precipitada tras una labor innegable.

Surgieron informaciones que señalaban un Oporto interesado en Jardim. Significativo el interés para suceder a Villas-Boas y su altísimo listón. Eso nos haría pensar en la probada capacidad y la alta confianza que ya despierta este técnico. Al final, su siguiente paso le ha llevado al Sporting de Braga. Un club, igualmente, de exigencia, y quien fuera subcampeón liguero 2010 y en la 2010-11 participante de la Champions, finalista de la Europa League y cuarto clasificado en la Liga Sagres, sólo por detrás de los tres históricos. Jardim conoce a qué se aspira, y recoge el compromiso. "Debemos estar entre los cuatro primero en intentar lograr un título". Para su llegada a Braga contará de inicio con un buen conocido, el medio al que ha traído del Baira-Mar Djalma (no confundir con otro Djalma, el angoleño del Oporto también fichaje de este verano).

Sin saltos o atajos, sin movimientos bruscos pero con pasos constantes y marcha firme. Jardim camina con una progresión constante. Tercera, Segunda y Primera. Y en Primera, de alcanzar una permanencia a competir en la cima de la tabla. Una ascensión continua.

lunes, 8 de agosto de 2011

Lorient, el valor del colectivo en París

Este fin de semana ha dado para mucho en el fútbol internacional. Se han vivido los inicios de Bundesliga, Eredivisie o Ligue 1. Y las Supercopas cuyo cartel presentaban superderbis con el ManCity-ManU en Inglaterra o el milanés Milan-Inter en Pekín. Material variado y con la seriedad que ya aporta la competición. Pero si algo ha llamado la atención y parece de especial notoriedad ha sido el tropiezo en Francia del PSG, el equipo más mediático de las últimas semanas, en manos del Lorient de Christian Gourcuff.

La inyección de dinero qatarí presentaba al PSG como próximo gran punto de referencia en el fútbol galo. Más aún cuando se conoció la contratación de Pastore. Con la expectación como sentimiento predominante, el PSG iniciaba su temporada en casa ante el Lorient. Un Lorient ya sin el talento de Gameiro y Amalfitano, ambos traspasados. En ese contraste de los equipos el Lorient parecería una víctima propiciatoria para la presentación en sociedad de la que pretende ser nueva fuerza francesa. Pero saltó la bomba que desfiguró los pronósticos, y los de Gourcuff tomaron el Parque de los Príncipes ganando el duelo 0-1.

Cuando se conoce el resultado uno puede quedar desorientado, pero cuando se visiona el partido se encuentra la razón de ser del desenlace. Desde el primer instante, sin opción a la duda, el Lorient se presentó valiente, intenso y con criterio. Buscando la presión arriba, en todo el campo, y disfrutando con la pelota. Toque rápido y movimiento, un dinamismo que llevó al PSG a la impotencia. El Lorient mandaba en el partido con una primera mitad modélica y el PSG desconocía los recursos necesarios para solventar esa complicación. Hoarau era la referencia muchas veces buscada, y sin funcionamiento colectivo todo dependía de la clase de Nené y su compenetración con Gameiro, sin duda lo más esperanzador en los parisinos en la noche del sábado. Además, la entrada de Pastore será fundamental para alcanzar esa ausencia de ideas en el desarrollo del juego.

"La suma de individualidades no hacen un equipo. Nuestra idea es imponer el colectivo, que el conjunto sea lo que permita el desarrollo de los individuos". La determinada concepción del fútbol de Christian Gourcuff resulta muy precisa. No sólo de aplicación propia sino de mensaje abierto al oponente. Incluso tras el descanso, cuando el PSG empujó más agarrado al corazón y la necesidad, el Lorient mantuvo su disciplina y su unión. Actuar como equipo, en defensa y en ataque. Eso mostró el Lorient, eso en lo que cree su técnico. Y para incrementar el valor, el Lorient acentúa la tendencia de los últimos años en París. 4 victorias del equipo bajo la dirección Gourcuff en los últimos seis partidos en el Parque de los Príncipes.

2006-07 PSG 2-3 Lorient (05/08/2006)
2007-08 PSG 1-3 Lorient (15/08/2007)
2008-09 PSG 3-2 Lorient (18/10/2008)
2009-10 PSG 0-3 Lorient (06/02/2010)
2010-11 PSG 0-0 Lorient (02/04/2011)
2011-12 PSG 0-1 Lorient (06/08/2011)

Era un inicio complicado además por los retos propios, en donde hacer frente a las pérdidas de Gameiro y Amalfitano, el gol con uno y el talento con ambos hasta ahora del equipo. De momento, el fenomenal Gourcuff ha brillado junto a su equipo en la primera prueba sin ellos. La consistencia minimiza carencias, y cuando un equipo se comporta como tal, cuando cree en la importancia de ello, los recursos van más allá de las individualidades.