jueves, 9 de marzo de 2017

Resurrección en el Camp Nou

En el descanso la remontada estaba cerca. 2-0. Era el momento, uno de ellos, que había predicho con acierto Luis Enrique. Era imposible asegurar si el Barcelona iba a ser capaz de remontar lo que nadie había remontado nunca en Europa, un 4-0. Pero sí se podía afirmar que asomaba del mejor modo posible para intentarlo. En el Camp Nou no tenían que creer, creían. Creían tras el estimulante 5-0 al Celta. Ese partido fue la última fase de una rehabilitación que comenzó tras el Leganés. Un Barça que tenía que pasar un luto, que dijo Luis Enrique, y que fue superando el duelo, que diría Simeone. Sumó victorias mientras reconstituía cuerpo (3-4-3) y mente.